Lo que has sembrado tarde o temprano lo cosecharas en fruto amargo o fruto dulce y abundante para la gloria de Dios . Cada uno debe mirar cómo está sembrando y que clase de semilla está esparciendo. Dios coloca demanda en cada vida de los discípulos.
Madurez, fidelidad y lealtad son importantes en la vida de un hombre o mujer de Dios a quien Él le delega responsabilidades en el reino. La madurez es un proceso en tanto que Dios trata el carácter y establece fidelidad. En la hoja de vida de cada discípulo la fidelidad debe aparecer como un requisito importante. Dios está edificando la iglesia sobre piedras vivas que soporten el peso de colaborar en el cumplimento de la gran comisión siendo portadores de su mensaje.
En 2 Timoteo 2:2 dice: esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. fidelidad antes que idoneidad. Muchos hombres en la Biblia nos dan ejemplo de fidelidad así como otros de infidelidad, las consecuencias en la calidad y cantidad del fruto que se recoge. En ocasiones no pensamos en las consecuencias de nuestras palabras y acciones y cómo afectan la vida de otros; de esta manera actuamos irresponsablemente.
Nos olvidamos de la inversión de vida, amor, tiempo que otros han hecho en favor nuestro llevándonos a conocer al Señor. Cuando alguien nos ha regalado tiempo está regalando su vida porque ese tiempo no lo podrá recuperar. Somos infieles con la casa de Dios, con la familia, con los padres, con los lideres; cuando no apreciamos ni valoramos el amor y dedicación entregados. Lo más triste es que como somos nos reproducimos y cosechamos en nuestro propio campo lo que sembramos.
La ley de la siembra y la cosecha es una tremenda realidad para traernos bendición o disciplina. Dios da a cada uno según sus obras y tarde o temprano vemos el dolor de una mala siembra. O el gozo de la buena semilla. La idea de expandir el reino a través de hombres fue de Dios. Así como Samuel califico por su fidelidad y vio la gloria de Dios muchos hombres no han calificado por falta de fidelidad. No importa cuanta gracia y talento tengas, no importan tus habilidades, la cualidad del hombre de Dios más importante cuando quiere ser un administrador del reino es la fidelidad. La lealtad.
El hombre fiel se expone a ser supervisado; se expone a rendir cuentas, quiere decir que el que te llamo de vez en cuando va a INSPECCIONAR lo que te ha delegado. Él te va a dar tiempo para que te desarrolles, cometas errores y los corrijas, pero finalmente va a someter tu corazón a una prueba definitiva; Él va a mirar si la fidelidad se ha convertido en un estilo de vida.
Cuando una persona no ha desarrollado fidelidad es un neófito y no es confiable para encomendar los tesoros del reino. Debemos ser procesados antes de ser promovidos; de lo contrario se malgasta el aceite de la unción de Dios. Timoteo ha de trasmitir el deposito de la sana doctrina pero su dedicación al Señor tiene que ser probada. Tiene que ser demostrada.
Gracias a Dios por cada hombre fiel y leal. Verá el fruto en su vida su familia, su descendencia física y espiritual… No os engañéis Dios no puede ser burlado todo lo que el hombre siembra eso también segara…. Si siembra en la carne de la carne cosechará corrupción; si siembra en el Espíritu del Espíritu cosechará vida eterna y bendición. Galatas 6:7 -8
Fanny González de Blanco
04 de Julio 2024
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