En el último tiempo fuimos golpeados con dolor y un manto de tristeza y desilusión, vino sobre nosotros… fuimos debilitados, pero hoy estamos fortalecidos y nos levantamos en humildad y en el poder de Dios. Esta es una proclamación de la victoria de Cristo sobre Satanás . Seguramente el enemigo vendrá con nuevas estrategias, pero velemos y oremos que los muros no estén derribados.
¿Es hora de levantarnos ? Si! Pasar la página, cerrar procesos, dejar ir… dar la bienvenida a lo nuevo que Dios tiene es necesario. No podremos avanzar si no lo hacemos, y las madres, las mujeres, nos levantamos para apoyar a los Mardoqueos, a los Barac, para cortar como Jael la cabeza de Cisara, porque las puertas del Hades no prevalecerán contra la iglesia.
Hay una luz, un remanente fiel, hombres y mujeres que son como columnas en la casa del Señor, si tú te levantas, muchos se levantan, la familia se levanta, la iglesia se levanta, la oración restaurada, la autoridad de Dios restaurada, la fidelidad, la obediencia, la lealtad restauradas, el orden y los fundamentos son restaurados .
Hay esperanza, Mientras tengamos vida podemos cumplir la tarea a la manera de Dios, tu fe determina las obras que Dios hará con tu nombre! Tú tienes una asignación para seguir escribiendo hoy el libro de los hechos del Espíritu Santo. Un nuevo capítulo está escribiéndose en el cielo, en ese nuevo capítulo tu y yo somos protagonistas cumpliendo el propósito de Dios en esta generación .
No todas las pruebas son privaciones …. Dios igualmente nos prueba con la provisión que no falta, con la abundancia (B.Moore) Y Jehová dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, PARA QUE YO LO PRUEBE si anda en mi ley, o no. Éxodo 16 :4
La prosperidad es una prueba a nuestra fe y carácter aún más peligrosa que la adversidad. El Amor de Dios manifestado en abundancia que venía sobre ellos desde el cielo.
Hay un gran peligro en esto, nos acostumbramos como hijos consentidos a la mediocridad espiritual y nuestro amor se enfría, dejamos la pasión por la comunión y la intimidad con el Padre. Sentimos que todo lo merecemos, que ya sabemos todo lo que teníamos que saber sobre Él, creemos que Dios tiene el privilegio de contar con nosotros, entramos en la rutina espiritual, creemos que Dios es nuestro servidor y no nosotros sus siervos…. la murmuración llega inevitablemente. Los hijos de Israel creían murmurar contra Moisés, no era contra su líder la murmuración era contra Dios mismo. Dios respalda la autoridad que delega.
Abundancia de Maná, abundancia de carne y nada era suficiente para que ellos dejaran de murmurar contra Moisés y contra Dios. Jehova !Oye! Pareciera que está sordo y que caminamos pensando que lo estamos haciendo bien porque todo lo tenemos. No es !así! Nuestro corazón está siendo probado, nuestro carácter se pone en evidencia cuando vemos que Dios desde el cielo envía provisión. Murmurar, quejarse, es una expresión de lo qué hay en el corazón. La Biblia continúa diciendo: y a la mañana veréis la gloria de Jehová; porque él ha oído vuestras murmuraciones contra Jehová; porque nosotros, ¿qué somos, para que vosotros murmuréis contra nosotros? 8 Dijo también Moisés: Jehová os dará en la tarde carne para comer, y en la mañana pan hasta saciaros; porque Jehová ha oído vuestras murmuraciones con que habéis murmurado contra él; porque nosotros, ¿qué somos? Vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino contra Jehová.
Y dijo Moisés a Aarón: Di a toda la congregación de los hijos de Israel: Acercaos a la presencia de Jehová, porque él ha oído vuestras murmuraciones. 10 Y hablando Aarón a toda la congregación de los hijos de Israel, miraron hacia el desierto, y he aquí la gloria de Jehová apareció en la nube. 11 Y Jehová habló a Moisés, diciendo: 12 Yo he oído las murmuraciones de los hijos de Israel. Si tú corazón se ha enfriado es porque te has alejado del fuego de la presencia de Dios, el quiere que tu corazón regrese al hogar. Clama como el salmista “vuélveme el gozo de tu salvación ( salmo 51:12) arriesgarse a invitarlo a hacer cualquier cosa para avivar el fuego otra vez. Él lo hará si usted se lo permite”.
Dios también me envió para anunciar “Éste es el tiempo que Dios eligió para darnos salvación,y para vengarse de nuestros enemigos”.»Dios también me envió para consolar a los tristes, para cambiar su derrota en victoria. y su tristeza en un canto de alabanza.
Fanny González de Blanco
13 de Junio 2024
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