Isaías 26:3 Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.
La oración cambia mi cerebro. Lo que hacemos con nuestro cerebro, nuestros pensamientos impacta nuestras circunstancias y nuestro destino. Interactuar con el Espíritu Santo mientras trabajamos, mientras escuchamos un mensaje es traer cambios y acelerar procesos de transformación de nuestras vidas.
Orar, Incorporar un constante diálogo interno con el Espíritu Santo nos permite vivir enfocados y alineados en todo momento para tomar decisiones de acuerdo a su voluntad. Hacerlo intencionalmente para aprender de Él y conocerlo; nos habilita para hacer cambios profundos en nuestras vidas y circunstancias.
Orar en todo tiempo es tener conexión con Dios, con el Admirable consejero, con el Espíritu de sabiduría…momento a momento. Conectados con la Palabra y la oración podremos discernir con más claridad los pensamientos que son de Dios, escuchar con más claridad su voz.
En ocasiones vemos que no reflejamos un comportamiento Cristiano o un carácter Cristiano – a todos nos sucede- si somos sinceros esto se debe a una desconexión de la Palabra y la oración.
¿Preocupados, Gruñones, Irritables? ¡Estos no somos en Cristo! En esto nos convertimos por las elecciones que hemos hecho. Si estuviéremos orando y todo el tiempo conectados con El, escucharíamos su voz diciéndonos: yo tengo todo bajo control, yo te respaldo; no estás haciendo esto o aquello de la manera correcta… Corrige, arrepiéntete.. Etc. Mi cuerpo obedece a mi mente, mi mente al Espíritu y entonces manifestamos salud.
Fanny González de Blanco
17 de Febrero 2025
Derechos de Autor

«Cada uno de nosotros decide perecer en el desierto o salir de él.»
— Fanny González de Blanco, Autor- Escritor