Oremos y agarrados de sus promesas declaremos la victoria del Señor sobre cada circunstancia. Cerremos nuestros labios a la incredulidad, la duda, el lamento y avancemos en esperanza contra esperanza.
Oremos y agarrados de sus promesas declaremos la victoria del Señor sobre cada circunstancia. Cerremos nuestros labios a la incredulidad, la duda, el lamento y avancemos en esperanza contra esperanza.