Eclesiastés 3:11 Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.

Dios es eterno y eternidad es un presente continuo; no hay tal cosa como hoy o mañana en Él; solo él tiene la capacidad de entrar en lo temporal y hacer coincidir nuestro hoy con la eternidad. Él ha puesto eternidad en nuestros corazones. Me enamora la delicadeza de Dios: es eterno y coloca eternidad en nuestro corazón porque quiere relacionarse; hace coincidir nuestro tiempo y su tiempo para que podamos conocerlo y compartir con Él nuestros días, Él está presente en cada momento de nuestra vida en la tierra y lo estará en la que seguiremos viviendo una vez hallamos terminado nuestro propósito en ella. Si tenemos su presencia y le hemos invitado a vivir en nuestro corazón.
Nuestra relación con Él es lo único que no termina al morir. Él se relaciona con cada uno de sus hijos en un pacto eterno. No hay límites, no hay espacios, no hay tiempo. Juan 17:3 nos dice: Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. Conocemos eternidad cuando conocemos al único Dios verdadero y a Jesucristo a quien ha enviado. Tener información acerca de Dios no significa conocerle. Vivir la eternidad es conocerle hoy y aquí. Tengo que saber cómo Él obra, sus sentimientos, la manera como él ve las cosas; que Él partícipe en cada lugar y momento que vivimos.
La eternidad se hace evidente y la puedes disfrutar hoy; se manifiesta, en la medida que tú le entregas el corazón a Dios y le permites hacer su obra en ti. Entre más te relacionas y más le conoces más revelación; descubres su amor, su misericordia, su propósito y el Espíritu Santo dentro de ti te lleva de la mano por un pensamiento y camino diferente al pensamiento común y ordinario de lo que solo es temporal.
No hay nada más valioso en la tierra que el tiempo, cuando entregamos nuestro tiempo entregamos vida; él entrego su vida para amarnos sin tiempo, para que nunca dejemos de conocerle porque es infinito y no alcanza nuestra mente a entender la obra que ha hecho en nosotros y para nosotros desde el principio hasta el fin.
Usted creyó y embarcó en un puerto llamado salvación y emprendió un viaje eterno. Estamos en una travesía que nunca termina y donde Él siempre será propósito, vida, Él nuestro todo en todo.
Recuerda hoy eternidad no es solo tiempo. Y puedes vivirla hoy, que cada día tenga propósito y cada hora y minuto estén llenos de la vida y naturaleza de nuestro eterno Padre.
Fanny González de Blanco
21 de Mayo 2024
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