Isaías 35:1… Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará y florecerá como la rosa. Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura del Dios nuestro. Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles. Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará. Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido.

¡Hoy el Señor tiene para nosotros palabras de consuelo de ánimo y fortaleza! ¡Decidle a los de corazón cansado! ¡Tengo abundancia de rosas para alegrarte la vida! Veras rosas en el desierto. Todo lo que es seco y árido lo veremos florecer porque Él lo ha prometido. Carmelo y Sarón son dos lugares que representan la hermosura en medio del desierto. La hermosura de Dios.
Si nuestras realizaciones han sido un desierto, vamos a florecer porque El hace que todo desierto florezca y fructifique. ¡Veremos la gloria de Jehová! Si nuestro hogar, hijos, familia, trabajo, salud, ministerio han sido un desierto vamos por fe a ver un cambio. Si lo creo y El lo ha prometido, lo veremos. Algo empieza a suceder cuando damos pasos de fe.
El Señor nos dice esta mañana: Fortaleced las manos cansadas, fatigadas, que han laborado duramente y sienten que se están agotando sus fuerzas. En ocasiones hay cansancio y fatiga. Aún personas que han servido por mucho tiempo para levantar y ayudar a otros y que han sido una bendición y experimentan cansancio; el señor nos recuerda: Vengo a ti y voy a fortalecer tus manos y pies endebles. Y verás fructificar tu desierto.
El nos da una porción grande de fuerza y poder; si nos hemos quedado sin aliento, Él no se fatiga. El da fuerza al cansado y multiplica las fuerzas del que no tiene ninguna. ¡No tienes que seguir esforzándote, yo soy tu fuerza! . En los momentos en que nuestro corazón pregunta: Dónde estás ¡El esta! Presente en cada situación. ¡Sigue caminando en fe! Y en propósito. Afirma tus pies para que lo débil no se salga del camino. Yo prefiero que digan; es débil, pero Jehová la fortalece.
Que mis años tengan el sello de su obra en mí. En esta mujer se vio la obra de Jehová. Jehová pasó por ella y dejó sus huellas en su vida. Que todos puedan decir: por aquí paso la mano de Dios. Los hombres se van a olvidar, pero en el cielo está escrito cada obra de amor que hicimos en su nombre. Gracias Señor por tu Palabra en este día.
Fanny González de Blanco
16 de Mayo 2024
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